Una línea destinada a desaparecer: Rodrigo Zamora
Desde la observación de lugares familiares a través de una visión casi telescópica, Rodrigo formula un análisis de las partes, partiendo de objetos comunes que pasan desapercibidos a nuestro alrededor, asi como la arquitectura y naturaleza que nos acompaña, el artista inventa una nueva dimensión oculta a plena vista.
La galería Isolina Arbulu presenta la obra del artista chileno Rodrigo Zamora (Santiago 1970), un universo fragmentado en el que el artista invita al espectador a completar a través de su mirada los elementos reconstruidos que nos presenta, siendo nuestra percepción subjetiva la que completa el sentido de su obra.
Zamora arranca su proceso creativo a partir de la observación, largos paseos de búsqueda permiten que su cámara capte objetos y paisajes que más adelante se convertirán en sujetos pasivos. Son sus pies los que inician el proceso creativo donde su mirada rescata objetos cotidianos que pasan desapercibidos en la inmensidad del paisaje, objetos universales sin lugar definido. Así un bosque de China se confunde con una señal de trafico de Chile o una fachada de Argentina, creando una universalidad sin fronteras.
El artista nos sorprende con la utilización de la acuarela como medio principal, en una muestra que presenta quince obras de gran formato sobre papel. El artista recorta la imagen inicial, que se irá construyendo bajo su pincel de forma aleatoria y desordenada, uniéndose solamente al final del proceso, y creando así un universo de líneas difusas y confusas que nuestra mente se empeña alinear. La muestra reúne obras de diferentes épocas pero con el nexo común de la linea que desaparece pero que se obstina en permanecer en nuestra imaginación. Completan la exposición una escultura de cartón que representa un objeto cotidiano cuya utilidad queda distorsionada al ser representado en un material de gran fragilidad, y una instalación de cartón que busca la confusión entre las sombras reales y las imaginadas.
Las obras de Zamora son de una sorprendente riqueza, pero cobran una lectura diferente en las distancias cortas. Como pasa en muchos aspectos de nuestras vidas, es la distancia del objeto observado la que nos transmite una u otra lectura, es nuestra imaginación y nuestros propios códigos establecidos los que nos permite completar las líneas que desaparecen. Al igual que nuestra memoria rellena la parte de los recuerdos que se diluyen, reinterpretando la realidad según mejor se adapte a nuestras vivencias, la obra de Rodrigo nos permite adaptarla a lo que esperamos ver.
Es en las distancias cortas donde las imperfecciones son imposibles de ignorar, Rodrigo nos enfrenta a la realidad del engaño, a las líneas y fronteras que desaparecen pero que nuestro cerebro se empeña en mantener.
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Rodrigo ZamoraHomo Collector 1, 2007Watercolour on paper210 x 100 cm
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Rodrigo ZamoraHomo Collector 2, 2007Watercolour on paper210 x 100 cm
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Rodrigo ZamoraHomo Collector 3, 2007Watercolour on paper210 x 100 cm
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Rodrigo ZamoraObjeto público, 2008Watercolour on paper100 x 70 cm
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Rodrigo ZamoraRed Sky 2, 2021Pigment on paper175 x 125 cm
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Rodrigo ZamoraPradera azul, 2021Pigmento sobre papel125 x 140 cm
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Rodrigo ZamoraGood bye Blue Sky, 2020Pigment on paper120 x 251 cm
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Rodrigo ZamoraLaguna mental, 2009Watercolor on paper100 x 180 cm
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Rodrigo ZamoraNueva ciudadela, 2022Watercolour on paper100 x 210 cm
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Rodrigo ZamoraPradera, 2021Pigment on paper75 x 105 cm
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Rodrigo ZamoraMicropaisaje, 2020Tinta china sobre tela165 x 240 cm
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Rodrigo ZamoraRed Sky 5, 2022Pigment on paper125 x 175 cm
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Rodrigo ZamoraRed Outsider 2, 2020Watercolor on paper140 x 100 cm
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Rodrigo ZamoraVentana 50, 2018Acuarela sobre papel70 x 100 cm
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Rodrigo ZamoraChilean-Argentinean Tower, 2007Cartón y esmalte sintético63 x 17 x 17 cm