Al final resulta que estar vivo era moverse: Javier de Juan

La reciente obra de de Juan en ocasiones evoca cuadros clásicos, del imaginario colectivo, batallas épicas que podrían pasar por partidos de rugbi, luchas del hombre moderno convertidas en ese juego circular irrelevante, despojado incluso de la ley de la gravedad, donde los personajes parecen volar en círculos. O el caso de su reproducción de las tres gracias de Rubens, donde las mujeres actuales y modernas se miran, pero lo hacen a través de sus teléfonos móviles sumiendo su identidad y las relaciones humanas a la tecnología alienante.

Javier de Juan es un creador multimedia que trabaja desde grandes murales hasta instalaciones y proyecciones audiovisuales. Su obra está íntimamente relacionada con el tiempo y los lugares en los que vive en la que los personajes aparecen etéreos e indefinidos, sin rostro generalmente y con el dominio de la fuerza de los colores básicos blanco, rojo y negro.

La firma de Javier de Juan ha estado presente regularmente en ferias nacionales e internacionales, ARCO, FIAC en París, la Kunstmesse de Zurich, Chicago, Miami, Nueva York... y está presente en colecciones y fundaciones de todo el mundo. Su labor en el arte seriado le ha valido el Premio Nacional de Grabado y el Premio Pop Eye a su trayectoria en las artes visuales.