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La compra de una obra de arte es el gasto de afirmación de quien sabe otorgar precio a las cosas que no lo tienen. Testimonio del gusto personal, es la que más se aproxima a la distinción natural que otorga la cultura. LA DISTINCIÓN lo pone a un click.
La segunda edición de LA DISTINCIÓN se convoca bajo la advocación de "La broma infinita". Sí, como en la delirante narración de David Foster Wallace. Es la epopeya irreverente del arte, hipnotizando a todo el que lo contempla en los últimos 100 años.
LA DISTINCIÓN, LA BROMA INFINITA, pone a la venta el paraguas y la máquina de coser sin mesa de operaciones, online. El arte que, desde las vanguardias del siglo XX a las del actual, ha sabido cuestionar sus códigos y los de la sociedad en que se ha producido. La vanguardia que no cesa.
