En este proyecto se explora una simbiosis entre la fotografía y la pintura. En él podemos ver lugares semi abandonados y recónditos que pueden funcionar a manera de santuarios artísticos (metafóricamente hablando), lugares semiocultos y de acceso difícil que, como las cuevas prehistóricas con sus pinturas rupestres y sus huellas artísticas de la presencia humana, preservan en su interior creaciones visuales (pero ahora contemporáneas), llenas de plasticidad, color, luces, formas, trazos, texturas, símbolos, etc.

Las imágenes de este proyecto (en desarrollo actualmente) han sido capturadas en emblemáticos pabellones de arquitectura moderna de la ciudad de Madrid y, como ocurre con la estructura de dichas edificaciones, plantean (visualmente) al espectador construcciones gráficas y aspectos formales basados e inspirados en lo geométrico. Son imágenes, por tanto, nacidas de la deconstrucción visual de los citados edificios, imágenes que adquieren una nueva vida plástica con este proyecto.

Estas geometrías se mueven entre diferentes medios: arquitectura, fotografía y pintura. De ahí deviene el título del trabajo.

Rosa Muñoz