Estamos siendo testigos de una evolución tanto conceptual como física de las ideas establecidas respecto a lo que es considerado arte, desaparecen los formatos, las obras se funden con su entorno, el campo real y el campo representacional se confunden. En esta propuesta nos centramos en las difusas líneas que separan la escultura de la pintura y de la fotografía, y en el rol que juega el uso del color como hilo conductor en una obra de arte. El color como parte constitutiva del proceso pictórico que permite comunicar, expresar y transmitir un mensaje, sin importar el soporte utilizado.
La obra que proponemos para Estampa supone un ejercicio de color. Una visión de cómo este forma parte en de una tridimensionalidad aportando valor y emoción a la obra de artistas que a partir de diferentes disciplinas encuentran en él un hilo conductor.